Cuando pensamos en la salud de nuestros perros, casi siempre nos enfocamos en vacunas, desparasitaciones y alimentación. Pero ¿Qué pasa con sus Emociones? Al igual que los humanos, los perros también pueden sufrir estrés, ansiedad, miedo o frustración. Ignorar su bienestar emocional puede derivar en problemas de comportamiento que no solo afectan su calidad de vida, sino también la convivencia con su familia. Atender la salud emocional no es un lujo, es una necesidad. Un perro emocionalmente equilibrado es un perro más sano, más feliz y con una mejor relación con su entorno.